miércoles, 6 de junio de 2012

SONRISAS DE ASIA. VIETNAM Y CAMBOYA

Un artículo de Patricia Hurtado
Guía Terres Llunyanes en Sudeste Asiático
Fotografías de: Patricia Hurtado



Hola a todos! Me llamo Patricia Hurtado y me dedico desde hace años a alternar mis dos grandes  pasiones: la fotografía y los viajes. Durante los meses de verano trabajo como guía turística con “Terres Llunyanes” por los países del sudeste asiático.
Este blog que aquí os dejo cuenta un poco la experiencia de nuestro viaje “Sonrisas de Asia” por Vietnam y Camboya con el grupo de “Terres Llunyanes” en agosto de 2011.





Pocos son los países que ofrecen una variedad tan amplia de paisajes distintos  en relativamente pocos kilómetros cuadrados de territorio.
Esta es la sensación que invade al viajero que visita Vietnam. Desde las verdes montañas de Sapa con sus etnias de vestidos variopintos a los afluentes llenos de vida del Mekong, pasando por la misteriosa y única Bahía de Halong… sólo unos pocos elementos se repiten: el verde casi fluorescente de los arrozales y la sonrisa espontanea y directa de sus gentes.
A nuestra llegada a Hanoi, la capital de Vietnam, nos basta un pequeño recorrido desde el aeropuerto al centro de la ciudad para darnos cuenta de que nos adentramos en un mundo diferente, en una sociedad marcada por otra cultura, otra historia, otro ritmo.
¡El tráfico es un auténtico caos! Por todas partes se cruzan coches que pitan, motocicletas que llevan hasta 5 personas encima y bicicletas que transportan cargas imposibles. Cruzar la calle se convierte pronto en una hazaña.
Es impactante comprobar en primera persona que en una ciudad de 6,5 millones de habitantes existan 3,2 millones de motos.


Las mujeres cargadas con sus balancines de caña de bambú (nahn) pasean sus frutas incansables entre los vendedores de comida a pie de calle. En las puertas de las casas se hace de todo: se vende, se cocina, se come, se lava, se juega, se conversa, se duerme y se ve  la vida pasar.
Un universo de olores colma los sentidos… las especias de los mercados, las sopas para el desayuno (pho), el pollo, el pescado, las verduras… todas cocinadas en la calle.
Entre las interesantes visitas que nos ofrece la ciudad, nos acercamos al fascinante Templo de la literatura. Construido en el 1070 y dedicado a las enseñanzas de Confucio se convirtió más tarde en el primer colegio nacional del país. Los nombres de los alumnos más destacados, grabados en piedras centenarias son testigo imperturbable del paso de los viajeros. A través de sus cinco patios, nos asomamos curiosos a una sociedad que continua arraigada en  unos principios morales divididos entre el confucionismo, el budismo y el culto a los antepasados. 
Visitamos mercados bulliciosos, lagos de leyenda y templos milagrosos sin olvidarnos de presentar nuestros respetos al líder revolucionario comunista y padre de la independencia de Vietnam: Ho Chi Minh cuyo mausoleo exhibe su cuerpo embalsamado con un aspecto exacto al que vemos en los libros de historia.


Con el sabor de esta caótica ciudad todavía en los labios, embarcamos en un tren rumbo al norte del país, cerca de la frontera con China para visitar las tribus indígenas de Sapa.
El bullicio de Hanoi va dejando paso a la tranquilidad de la vida en las montañas y nos va descubriendo paisajes cada vez más verdes y sorprendentes. 
Un trekking por las montañas de Sapa visitando los distintos poblados de Cat Cat, Y Linh Ho, Ta Van , etc… es la mejor manera de descubrir el tipo de vida de las distintas etnias que pueblan estos parajes.


Paseando entre arrozales magníficos y aldeas de cuento, la tranquilidad del lugar y la energía de sus gentes nos  invaden hasta formar parte de nosotros. Niñas de apenas 9 años llevan a cuestas a sus hermanas de 2 con la única ayuda de un pañuelo de tela y su determinación. 
Niñas descalzas y despeinadas de mirada despierta y vivaracha  nos acompañan durante kilómetros por caminos de tierra y piedras por los que nosotros no meteríamos un solo pie sin el calzado más técnico del mercado.
Es fácil deducir que no tienen mucha ropa y que la que tienen lleva años agujereada. Las sandalias, si las llevan, están rotas y maltrechas. Sin embargo, ¿Cómo es que no aparece en nuestros corazones ni el menor síntoma de pena por ellas? Porque en sus miradas no se refleja ni el frío ni la incomodidad ni el cansancio, sólo vida, sonrisas, y el empeño firme de conseguir un objetivo: vendernos al final de nuestra ruta un par de pulseras hechas a mano.
Esto nos presenta una visión chocante de lo espabilado que puede ser un niño de tan temprana edad y lo “súper protegidos” que los tenemos en nuestro “primer mundo”.


Al ver la sencillez de las casas de los aldeanos, la catarsis está servida: ¡Qué de cosas tenemos en nuestro mundo “desarrollado” que no necesitamos!
Después de un largo día de trekking, una merecida cena al fresco contemplando la caída del sol sobre los arrozales en casa de una familia local es un regalo más que bello.


Una vez finalizada nuestra aventura en Sapa, otro paisaje totalmente distinto pero igualmente fascinante nos espera para ofrecernos toda su belleza: La Bahía de Halong. 
Es sin duda uno de los paisajes más célebres de Asia y un lugar que nadie quisiera perderse en un viaje a esta parte del mundo. 

En este lugar, unos dos mil islotes rocosos de todas las formas y tamaños se extienden sobre centenares de kilómetros sobre el Golfo de Tonkín.
Aunque se hayan visto fotografías de este lugar en mil y un folletos turísticos, el viajero no puede imaginarse lo que es navegar dentro de esta maravilla de la naturaleza hasta que lo vive en primera persona.


Nuestro barco se adentra entre las rocas de la bahía y contemplamos como a medida que pasan las horas del día, el mar y las rocas toman tonos distintos a cual más maravilloso.
Zambullirse en sus aguas desde nuestro fantástico Junk (embarcación tradicional de madera) es un auténtico placer. Visitamos cuevas enormes donde se refugiaban los guerrilleros de Vietminh durante la guerra de Vietnam y nos acercamos en kayak a los promontorios más laberínticos para ver de cerca los monos que habitan los islotes. 
La noche cae en la Bahía de Halong y la luz de la luna es suficiente para no perder de vista las siluetas negras que se difuminan a nuestro alrededor por toda la bahía. En este escenario mágico, una frase de la mítica película “Indochina” (protagonizada por Katherine Deneuve rodada en estos parajes) me viene a la mente: “Aquellos que se introducen en esa bahía… nunca vuelven”. Nosotros volveremos, claro, pero algo de ese lugar especial se quedará con nosotros.
Nuestra visita a Vietnam continua rumbo al centro donde nos espera la famosa ciudad imperial de Hué (antigua capital de Vietnam). 
Un recorrido guiado por la antigua ciudadela fortificada nos presenta un legado histórico de cómo era la vida de los reyes vietnamitas en los siglos anteriores.
Visitamos los faraónicos mausoleos de reyes como Minh Mang, cuya construcción se saldaba las vidas de cientos de obreros y cuyo diseño encargaba el propio monarca a su gusto y complacencia.


Estos mausoleos, cuya extensión ocupa varias hectáreas, se componen de templos simbólicos custodiados por estatuas de mandarines, fosas repletas de flores de loto, lagos, bosques y colinas que guardan celosamente el lugar exacto de la tumba.
Pero Hué nos ofrece también otros atractivos: la visita al mercado de Dong Ba, un paseo por el río del Perfume, la antigua pagoda de Thien Mu y la visita a un auténtico Templo budista en activo. Hué es además la ciudad donde se fabrican tradicionalmente los famosos sombreros cónicos que encontramos por todo el país.
Siguiendo la ruta hacia el sur llegamos a la preciosa ciudad antigua de Hoi an. Es un lugar perfecto donde los haya para pasearse en bici o a pie y respirar la tranquilidad de esta pequeña ciudad tradicional a orillas del mar. Un paseo en bici hasta la playa pasando por zonas más rurales es un recorrido perfecto para ver la actividad diaria de sus gentes sencillas. Sus hermosas calles, el viejo puente chino y las antiguas casas de ilustres mandarines son algunos de los atractivos de este lugar. 
Hoi An es un lugar excepcional para las compras: desde lámparas de colores que iluminan las calles de la ciudad de noche  hasta todo tipo de telas y prendas de vestir. Varios talleres a pie de calle trabajan incesantes para elaborar trajes a medida a un precio más que económico y en un tiempo récord para aquél que se deja seducir por las telas de seda. 


Abandonamos el centro de Vietnam para aterrizar en la famosa ciudad de Ho Chi Minh, antiguamente conocida como Saigón y escenario de grandes momentos históricos de la guerra de Vietnam. Visitando el Palacio de la Reunificación o el museo de la guerra seremos testigos de parte la historia de una de las más cruentas guerras acaecidas en el último siglo. Momentos clave en la historia de este país como la entrada victoriosa de las tropas del Vietminh en Saigón y la reunificación de Vietnam en 1976 acontecieron aquí.
Muchos edificios como la famosa Catedral o la antigua estación de tren, construida por los franceses son vestigios de la colonización francesa muy visibles hoy en día.
Algunos locales de ocio de la ciudad como la discoteca “Apocalypse Now” decorada con  “alambradas eléctricas” y frecuentados por muchos turistas occidentales, parecen recordar  las largas estancias de los marines estadounidenses mezclándose con la población vietnamita durante su alianza con el sur de Vietnam en la guerra.
Tras dejar Ho Chi Minh nos adentramos en el Mekong a bordo de nuestro barco rumbo a la frontera de Camboya.
Viajar por el Mekong constituye una aventura en sí misma y ofrece un sinfín de curiosidades. Desde los mercados flotantes donde los lugareños venden sus cultivos, hasta criaderos de peces flotantes pasando por granjas de cocodrilos, jardines exóticos o poblados enteros con casas, templos y escuelas. Navegar por el Mekong es prepararse a descubrir escenas inolvidables a cada giro de nuestra embarcación. 
Este gran río de casi 5000 km de longitud que nace en China y desciende por Tailandia, Birmania, Laos y Camboya hasta morir en Vietnam. En forma de abanico, el Mekong aglutina formas de vida de poblados enteros que viven en él y de él. 


Es por el Mekong por donde cruzamos la frontera Camboyana para desembarcar después en su capital: Phnom Penh.
En Phnom Penh visitamos el Palacio Real y el Museo Nacional que nos acercan a la historia de este castigadísimo país. Una visita a Toul Sleng es obligada para recordar la historia reciente que jamás debiera repetirse. Este museo de los genocidios de guerra conserva pruebas de los actos que provocarán la desaparición de entre uno y tres millones de personas en Camboya entre 1975 y 1979 bajo el régimen de Pol Pot y los Jemeres Rojos.
Por último, volamos a Siem Riep donde una breve pero aprovechadísima visita nos desvelará los misterios de una de las maravillas de mundo jamás creada por el ser humano: los templos de Angkor.
La zona de Angkor estuvo habitada por pequeños pueblos desde el siglo I d. C., pero su época dorada se inicia en el año 802 d.C., cuando el Rey Jayavarman II somete las tribus circundantes, creando un único reino del que se declara Devaraja  o rey-dios. Para reforzar la imagen de su ascendencia divina, empieza a construir grandes obras religiosas, iniciando una tradición que continuarán sus sucesores durante siglos, produciendo multitud de templos hasta el abandono de la zona, a mediados del siglo XV, y motivado por causas todavía no del todo esclarecidas.



Declarados patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1992, estos maravillosos templos se están rescatando de la naturaleza gracias a la labor de los arqueólogos en su mayoría franceses, ya que las raíces de los grandes árboles que allí crecen están literalmente engullendo los monumentos.
Esperar la salida del sol detrás de estos templos a las 5 de la mañana representa una emoción casi infantil que compensa con creces el madrugón.
Los motivos esculpidos en sus piedras se multiplican en cada templo y el viajero  se ve desbordado ante la belleza inabarcable de estas obras faraónicas construidas tanto tiempo atrás y que resisten imperturbables el paso del tiempo. La piedra desgastada por las lluvias contrasta maravillosamente con el verde de la naturaleza camboyana.
Nuestro viaje por el sudeste asiático se acaba y el regusto final no puede ser mejor. Aún nos harán falta algunos días, después del largo retorno a casa, para “digerir” todo lo que hemos vivido en este interesantísimo viaje.

Vietnam y Camboya con sus paisajes, sus gentes, sus aromas, sus costumbres y su maravillosa actitud de superación ante la vida, van quedando atrás pero la emoción de todo lo descubierto ya forma parte de nosotros para siempre.







Si deseáis más información sobre el viaje "Tierra de sonrisas" por Vietnam y Camboya podéis descargaros toda la ficha completa en el siguiente link

Podéis consultar todas nuestras rutas por vietnam AQUÍ

Par consultar sobre salidas y disponibilidad de plazas podéis escribir un link a: anna@terresllunyanes.com


jueves, 24 de mayo de 2012

RELATO GRANDES VIAJES:


LA NAO VICTORIA. La primera vuelta al mundo
Autor: Dani González. Guía Terres Llunyanes en África del Este


En un caluroso 10 de Agosto de 1519 zarpaban desde el Puerto de Sevilla cinco embarcaciones capitaneadas por Fernando de Magallanes rumbo a las Indias Orientales. Partían pues 265 hombres, 265 almas aventureras, repartidos en cinco Naos; La Trinidad, La San Antonio, La Santiago, La Concepción y La Victoria, en una expedición que tenia como único propósito encontrar una nueva ruta marítima que llegase a las Islas de las Especias (Islas Molucas). La expedición que planeaba Magallanes era ambiciosa y arriesgada, anteriormente rechazado por los portugueses la propuesta era navegar siempre hacia el Oeste, siempre por mares castellanos, a este lado de la línea de demarcación marítima acordada por los reinos de España y Portugal en el Tratado de Tordesillas. Este derrotero, conocido como Ruta hacia el Oeste, abriría una ruta directa con las especieras orientales, salvando así el monopolio establecido por los portugueses y ofreciendo nuevas oportunidades económicas a los puertos españoles como entrada de tan valiosas bagatelas; pimienta, clavo, nuez moscada y otras diversas especias que se cotizaban a precio de oro en la antigua Europa.
Fernando de Magallanes por medio de Juan de Aranda, factor de la Casa de Contratación, entra en contacto con la corte y finalmente presenta su tan afanoso proyecto al Rey Carlos I. Corrían buenos tiempos para la flota española, tras la gesta de Cristóbal Colón y los despachos procedentes del Nuevo Mundo, se palpaba un ambiente de optimismo y esperanza en toda nueva empresa y expedición. El monarca, por lo tanto, no tarda en aceptar la propuesta que ofrecería riquezas y honor al reino y el 22 de Marzo de 1518 rubrica capitulaciones con el capitán Magallanes en Valladolid.

 Fue una travesía llena de imprevistos y contratiempos, con suertes diversas para las diferentes Naos y sus tripulantes.
Tras zarpar las cinco Naos el 20 de Septiembre de 1519 desde Sanlúcar de Barrameda, la expedición navega rumbo Canarias costeando el continente africano hasta casi llegado el Ecuador, desde donde se lanzaría al gran azul para cruzar el Atlántico con ayuda de los vientos portantes.
Una vez llegado al hemisferio sur y después de abastecer las gambuzas de pertrecho en tierras brasileñas, continuarían la singladura siguiendo la ruta demarcada años antes por Juan Díaz de Solís hasta el Río de la Plata. A partir de esta latitud navegarían hacia lo desconocido, no había mapas, no había cuadernos de bitácora ni testimonios, estaban tan lejos del mundo conocido que ni siquiera tenían leyendas donde aferrarse.

Tras un primer invierno fondeados frente a las costas de la Patagonia, donde tomaron contacto con la etnia amerindia de los Patagones (actualmente conocidos como los Tehuelches) y después de sofocar un intento de motín a bordo de La San Antonio y el naufragio de La Santiago, la expedición parte rumbo sur, hacia el frío y desconocido sur, navegando un mar en arboleda en busca de un paso marítimo que les permitiese llegar al Mar del Sur.
Fue el 21 de Octubre de 1520 cuando Magallanes, tras sortear un laberinto de islotes en una travesía complicada, cruza el tan ansiado paso, bautizándolo como “Estrecho de las Once Mil Vírgenes" siguiendo la onomástica de la fecha, y el cual quedaría por los siglos reflejado en las cartas náuticas como Estrecho de Magallanes.

Frente a los marineros se abría un nuevo e inmenso océano, el Pacífico, llamado así por los suaves vientos y la mar en calma que casualmente encontraron a su entrada… empezaría pues la verdadera odisea. Esta travesía fue durísima, el escorbuto diezmó la tripulación y el animo de los hombres. Acabadas las provisiones, terminaron comiendo serrín y el cuero del palo mayor, previamente remojado y cocido. En cuanto a las ratas de a bordo, todas desfilaron por la cazuela. Los cálculos de Magallanes erraron en la estimación de las dimensiones de este nuevo mar, y pasaron más de tres meses hasta volver a escuchar el grito del vigía en su casi último aliento; ¡Tierra a la vista! 

El 6 de Marzo de 1521 la expedición llegaría a Guam, isla perteneciente al archipiélago de las Marianas, desde donde prosiguieron el viaje hasta que 10 días después hallaran un denso grupo de islas que llamaron "Islas de San Lázaro", siguiendo el santoral del 16 de Marzo al pie de la letra, eran las Islas Filipinas. Magallanes tomó posesión de las mismas en nombre del rey de España y formó alianzas con el Rajá Humabon y el Datu Zula. Sería en la isla de Mactán, un 27 de Abril, donde ocurriría el dramático episodio en el cual Fernando de Magallanes perdería la vida, en una batalla frente a guerreros cebúes comandados por el jefe tribal Lapu-Lapu, quien se negaba a pagar tributo a la corona española y convertirse al cristianismo.


Tras el trágico suceso, Juan Sebastián Elcano tomo el mando de tal empresa. Elcano, hombre de mar y con una gran experiencia en navegación se había granjeado la confianza de Magallanes y hasta la fecha había sido el contramaestre de La Concepción.
Debería ser pues, Elcano quien cumpliera con los objetivos de la expedición y arribar a las Islas de las Especias llevando a buen puerto tan magna aventura.
La tripulación estaba hambrienta, desilusionada y mermada, no había hombres suficientes para navegar las tres Naos que aún seguían a flote, por lo que se tomó la decisión de emprender de nuevo la travesía prescindiendo de una de ellas. Fue La Concepción la que corrió la suerte de ser incendiada intencionadamente por falta de tripulación.


Con Juan Sebastián Elcano al frente de La Victoria  y capitaneando la maltrecha expedición puso rumbo nuevamente hacia el oeste. El 8 de Noviembre de 1521, Elcano y sus hombres llegaron a destino. Habían pasado dos años desde su partida desde España. Elcano fondeó a la entrada de Tidore e hizo disparar toda la artillería. La ocasión merecía el dispendio. A los pocos días de su llegada a la isla, ya ordenó comprar clavo a los indígenas. La transacción resulto provechosa, cambió clavo por algunos espejos, tijeras, cuchillos, gorros y paños de color rojo, que hacían furor entre las gentes de aquellas islas.
El tiempo apremiaba y el capitán se apresuraba por marchar de vuelta a España a sabiendas que la flota del rey de Portugal andaba pisándole los talones y ganando millas poco a poco. Ordenó carenar las naves y poner nuevas velas, sobre las que hizo pintar la cruz de Santiago y la leyenda "Esta es la figura de nuestra buena aventura". El vasco estaba dispuesto a volver a España a cualquier precio, costase lo que costase.
El capitán tubo que dividir la flota, la Trinidad que estaba maltrecha y apenas se mantenía a flote se quedaría en Tidore para su reparación a cargo de Gómez de Espinosa y 54 hombres más , y una vez reparada volvería deshaciendo la ruta por el Pacifico, finalmente y tras un fallido intento la nave volvió de regreso a las Molucas donde se quedaría para siempre.
Elcano a bordo de La Nao Victoria abandonaría las Islas de las Especias a finales de Diciembre de 1521 rumbo sur. La decisión era atravesar el Índico, que en la época pertenecía a Portugal según el inexpugnable Tratado de Tordesillas. Era casi un suicidio, un encuentro con la flota portuguesa supondría el fin del viaje. La Victoria hizo aguada en Timor y, sospechando que los portugueses aguardarían al asecho junto a las costas de Bengala, Elcano trazó una arriesgada singladura: ir desde Timor hasta el Cabo de Buena Esperanza, cruzando el océano por el paralelo 40, los rugientes 40, a miles de millas de la costa asiática.
Lo consiguió y doblado el Cabo de Buena Esperanza, ya sólo restaba remontar el Atlántico Sur sin aproximarse a la costa y tomar los vientos alisios de vuelta a casa. Pero aún quedaría por vivir la última proeza. A la ya consumida tripulación volvía a visitarle el escorbuto, no quedaba agua ni comida, en el horizonte se divisaban las islas de Cabo Verde, por lo que se determinó correr el riesgo y fondear en el archipiélago que era cruce de caminos de todas las derrotas portuguesas. Elcano elaboró un ardid; mintió a los portugueses asegurando que, en realidad, venían de América y que la rotura del trinquete les había desviado de la ruta. Los portugueses creyeron el bulo, pero al día siguiente advirtieron el engaño. El gobernador mandó un esquife para prender al español, pero era demasiado tarde: Elcano ya había largado velas y portado por los vientos alisios solo le restaba un pequeño esfuerzo más para llegar a casa.

Tras tres años de expedición y más de 42.000 millas náuticas, el 6 de Septiembre de 1522, llegaba al Puerto de Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, la única embarcación sobreviviente de la expedición, La Nao Victoria, gobernada por Juan Sebastian Elcano y con la compañía de tan solo 17 hombres.
Elcano completaba de esta manera, la mayor hazaña de la navegación de todos los tiempos; la Circunsnavegación del Globo Terráqueo y la Primera vez que se daba la Vuelta completa a la Tierra.
Solo la determinación y la valentía de los 18 hombres que quedaron a bordo de La Nao Victoria hicieron posible que tan gran expedición culminara con éxito y de regreso a casa. El Rey Carlos I, ya nombrado Emperador Carlos V, quedo fascinado por tal proeza, reconociendo y colmando de honores a Juan Sebastian Elcano, al cual concedió un escudo de armas, en cuya cimera se puede observar un globo terráqueo con una leyenda que reza; Primus circumdedisti me –“El primero en rodearme”.

¿Que llevo a estos hombres a embarcarse en tal expedición? A adentrarse en lo más profundo de los océanos por rutas desconocidas, recalando en aquellas Tierras Lejanas aun incógnitas para el Viejo Mundo.
Quizás sea ese espíritu aventurero que todos, de algún modo, albergamos en nuestro interior. Tal vez, esa inquietud y curiosidad por descubrir lo desconocido es la que nos lleva a Tierras Lejanas, allá donde habitan nuestros sueños e incertidumbres.
Navegamos océanos, atravesamos desiertos, escalamos montañas, nos adentramos en lo más profundo de las selvas… descubrimos nuevas culturas, contactamos antiguas tribus ancladas en el tiempo, contemplamos rituales ancestrales… de Norte a Sur, de Oriente a Occidente, la aventura nos traslada a nuevos horizontes.


Ese espíritu es atemporal, se vuelven a repetir las mismas inquietudes e incertidumbres. Toda gran hazaña siempre estuvo, está y estará guiada por un enorme espíritu emprendedor. Con esta máxima, la Fundación Nao Victoria construyó en 1991 una réplica a imagen y semejanza de La Nao Victoria. Y tras su muestra en la Expo’92 de Sevilla, realiza al igual que su semejante, la circunsnavegación del globo terráqueo entre los años 2004 y 2006. En esta travesía la tripulación, ávida de aventura, sigue usando las mismas técnicas de navegación de antaño, sintiendo en sus propios cuerpos la dureza del mar. Se convierten entonces en marineros de época; sus manos cuarteadas por las rudas maniobras de abordo, sus rostros curtidos por el sol y el salitre, sus miradas siempre puestas en el horizonte en busca de nuevo puerto donde arribar.
Las cuadernas de esta nueva Nao Victoria crujen como lo hacían 500 años atrás. Y es que sus tablas resuman historia, una historia que nos habla de la naturaleza más profunda del ser humano. No solo es el viento el que empuja la nave milla a milla hacia Tierras Lejanas, sino el espíritu aventurero de toda una tripulación que anhela revivir la singladura de aquellos hombres que realizaron la que posiblemente sea la mayor hazaña de todos los tiempos; La Primera Vuelta al Mundo.


Esta emblemática nave estará atracada en Port Vell, Barcelona, hasta el próximo mes de Junio. A bordo se puede visitar el contenido expositivo sobre la primera vuelta al mundo y las vivencias de la tripulación que repitió tal hazaña entre 2004-2006. Entre la tripulación habitual de la Fundación Nao Victoria, entidad sin ánimo de lucro, se encuentra nuestro amigo y guía de Terres Llunyanes; Dani (guía de Tierras Lejanas). Quien nos cuenta esta peculiar historia desde la misma cubierta de La Nao Victoria


Un artículo de Dani González
Guía de Terres Llunyanes en África del Este

miércoles, 29 de febrero de 2012

FIN DEL CALENDARIO MAYA

“CAMBIO DE ERA” 21/12/2012

Me llamo Luis desde hace más de 12 años viviendo y trabajando en diferentes países de Latinoamérica, de ellos más de 8 en Guatemala, desde hace 2 años guiando los viajes de Terres Llunyanes en el país de la eterna primavera.

En este año en el que finaliza el calendario maya, y que tantas interpretaciones está causando, quería compartir con vosotros un poco de información de los mayas y su calendario, en cuanto a la opinión general de los guías espirituales en Guatemala y de las personas que llevan años estudiando el calendario, es que será un fin de ciclo y se producirá un cambio de era positivo en el que las personas serán más respetuosas con la naturaleza y con los recursos existentes.





BREVE HISTORIA DE LOS MAYAS

El mundo de los mayas esta definido dentro los límites geográficos del antiguo imperio maya el cual se extiende a través de los países de Guatemala, Belice, El Salvador, occidente de Honduras y los cinco estados mexicanos de Yucatán, Quintana Roo, Tabasco, Campeche, y Chiapas. La extensión territorial total es de aproximadamente 500.000 Km2.




Los mayas fueron una de las más esplendorosas y poderosas culturas conocidas en MesoAmérica, su civilización comprendió un período de 3.000 años. Crearon un lenguaje escrito, fueron arquitectos muy hábiles, arriesgados comerciantes y elaborados artesanos. Se desenvolvieron en una sociedad agraria, y tuvieron sistemas religiosos muy desarrollados, en los cuales veneraban el cosmos. Las dinastías reales abarcaron gobernantes que construyeron exóticos templos y centros ceremoniales que permanecen hasta el día de hoy.

La civilización maya está dividida en tres diferentes períodos de tiempo:

  • El período Pre-Clásico comprendió los años 2.000 A.C. a 250 D.C.
  • El período Clásico entre los años 250 y 900 D.C.,
  • El período Post-Clásico desde el año 900 al 1.500 D.C., justo antes de la llegada de los conquistadores españoles al Nuevo Mundo.

Los Mayas alcanzaron su punto máximo durante le período Clásico donde produjeron algunos de sus mas extraordinarios trabajos.

GOBIERNO

Cada ciudad grande tenía un jefe supremo el cual gobernaba sobre la ciudad y la región de su alrededor de por vida. A su muerte, un hijo o hermano le sucedía. En algunos casos la esposa podía ser la siguiente en la línea de sucesión. Si no había sucesor, un nuevo gobernante perteneciente a la clase alta lo sucedía. Cada ciudad tenía varios jefes intermedios.

Poseían unas leyes muy estrictas, por ejemplo, el ladrón se convertía en el sirviente de su víctima. Los asesinos eran ejecutados, a veces como parte de un ritual de sacrificio. Para crímenes menores, el pelo del criminal era cortado como señal de desgracia, esto era una especie de separación entre la vida de la clase reinante de la de los plebeyos. Algunos artículos de lujo como el jade, plumas y piel de jaguar eran únicamente usados por las clases reinantes. Era trabajo de los plebeyos proveerles de estos artículos como ofrendas. Cuando alguno de los miembros de las clases superiores viajaba, los trabajadores debían cargarlos en literas. Los guerreros eran una clase aparte cuya función principal era capturar prisioneros de guerra. A veces, campesinos y otros miembros de las clases inferiores eran obligados a servir como guerreros. Los soldados enemigos capturados se convertían en esclavos. Oficiales derrotados en guerras se convertían en sacrificios humanos- Los ejércitos no peleaban hasta después de una ceremonia religiosa muy elaborada. Los guerreros llevaban brillantes penachos de plumas y escudos hechos de pieles de animales, peleaban con macanas de madera, cuchillas de pedernal, lanzas y hondas.













RELIGIÓN

La religión era muy importante en la vida Maya, regulaba casi todo. Los sacerdotes estaban muy bien considerados, eran educados para conocer todo lo que sus dioses deseaban (rituales, oraciones, etc.). Ellos creían que sus dioses habían destruido y recreado su mundo muchas veces por lo cual, trataban de complacerlos con sacrificios y siempre tenían miedo cuando ocurrían eventos naturales como las sequías, tormentas, y otros desastres naturales. Todos sus dioses se relacionaban con la naturaleza y eran referidos como los dioses de una parte de ésta (dios del sol, de la lluvia, de la luz, etc.). El ser supremo y creador del universo era Hunan Ku a quien le atribuían todas sus acciones y creaciones. Sus dioses más importantes después de él eran los dioses de la luna y del sol.


TECNOLOGÍA

Muchas herramientas mayas, incluyendo las de guerra eran hechas con huesos, piedras, metal y madera. Los cuchillos eran curvados y con un mango cómodo de hueso. Estas piezas mostraban el grado de habilidad de la tribu. Las herramientas para la agricultura eran de madera, piedra o ambas. Las casas eran pequeñas chozas o sub-templos, hechos con caña, madera o roca. El único medio de transporte eran sus piernas y si viajaban por ríos, utilizaban canoas.


ENTORNO

El entorno de los mayas eran el bosque y selva tropical, los cuales eran su principal fuente de recursos. El clima era calido y a veces caliente, casi nunca hacia frío, llovía a diario con lo cual tenían agua potable y además proporcionaba una vegetación abundante donde recoger bayas y frutos, además de proporcionarles una rica fauna para la caza.












EDUCACIÓN

La educación de los maya era exclusiva para los sacerdotes, los jefes y los guerreros. En cuanto al resto de la población la educación se restringía a su casa donde sus padres les enseñaban los conocimientos que ellos tenían y que pasaban de generación en generación.


EL CALENDARIO MAYA

La Civilización maya dispone de un Calendario para medir su tiempo, aunque no existe una confirmación científica al respecto, se creé que la base de este calendario fue de una cultura más antigua que la maya, la cultura Olmeca. Este calendario contiene tres diferentes cuentas de tiempo que transcurren simultáneamente; la cuenta Sagrada o Tzolkin de 260 días, la cuenta Civil o Haab de 365 días y la Cuenta Larga de 144.000 días.

El calendario maya es cíclico; se repiten las cuentas de las mismas fechas y mismas series de años. Se entiende mejor con un ejemplo: En el calendario gregoriano la fecha 4 de mayo de 1990 del siglo XX se cuentan una sola vez, pero en el calendario maya se volverían a contar repetidas veces al reiniciar el ciclo correspondiente.

En la cuenta larga, el tiempo de cómputo comienza el 13 de agosto del 3114 a. C., y finaliza su ciclo de tiempo en la fecha 13.0.0.0.0, es decir, el 21 de diciembre de 2012 d.C.

Según la profecía al finalizar el calendario de la cuenta larga se terminará el período del miedo, del odio y del materialismo y para ese día, la humanidad, deberá escoger entre desaparecer como especie pensante que amenaza con destruir el planeta o evolucionar hacía la integración armónica con la naturaleza.

La profecía también explica que ese mismo día acabará el quinto ciclo solar y empezará el sexto ciclo solar. Los Mayas conocían el astro Sol como Kinich-Ahau y lo consideraban un ser vivo que respira y que cada ciclo de 5.125 años se sincroniza con la galaxia emitiendo una máxima actividad solar lo que en nuestro planeta conocemos como protuberancias solares que arrojan electrones e iones al sistema solar, esto afectara a la Tierra cambiando el centro de su eje de rotación y puede provocar grandes cambios climáticos.

Aunque no toda la profecía es negativa, después del quinto ciclo solar comienza el sexto ciclo solar asociado a la supuesta aparición o renacimiento de Quetzalcoatl.

En un texto original maya se traduce literalmente lo siguiente: “llega la estrella y la luz de Kukulcan (el Quetzalcóatl) en los tiempos de: 0 baktun, 0 katun, 0 tun, 0 uinal y 0 kim”. Es decir en el año 2012 según el calendario gregoriano.

Según los seguidores de la nueva era el significado representa la luz de Dios en manos de Quetzalcóatl iluminando a toda la humanidad. Para la música y las tradiciones populares indígenas el renacer de Quetzalcoatl se relaciona con la suerte. También se sugiere que el significado puede ser que el planeta Tierra al cambiar su eje de rotación se sitúe en una zona donde se recibe un mayor influjo energético del centro de la galaxia y se asocie esa mayor cantidad de energía con épocas de bonanza.


Un artículo de Luís

Guía Terres Llunyanes en Guatemala


Si estás interesado en viajar a Guatemala este año, en grupo o bien con un viaje a medida para tí, puedes ponerte en contacto con anna@terresllunyanes.com

Te recordamos que a partir del 31 de marzo de 2012 encontrarás todas nuestras rutas para el verano 2012 en nuestra web www.tierraslejanas.net.

Mientras tanto puedes consultar nuestros viajes por guatemala anteriores haciendo click aquí



viernes, 17 de febrero de 2012

MYANMAR, EL SECRETO DE ASIA


Myanmar, Birmania, Burma o el Reino de Pagan son algunos de los nombres con los que se ha conocido y se conoce a este pequeño rincón de Asia.

Myanmar se ha mantenido durante mucho tiempo atrapado por su pasado y por su presente ya que ambos estados han aislado a esta tierra de influencia externas.

Como suele ocurrir en estos casos este hermetismo ha impedido que sus gentes hayan desarrollado una socialización con el mundo del turismo y ha mantenido y mantiene a Myanmar alejado de muchos tópicos que si son habituales en otros lugares del sureste asiático.

Myanmar es el gran secreto guardado de Asia, es un soplo de aire fresco para los que tenemos la suerte de trabajar en el apasionante mundo del viaje y para aquellos que tengáis la suerte de conocerlo o que estéis pensando en hacerlo en un futuro no muy lejano.

Los recientes cambios políticos del país van a ser positivos para sus gentes, van a tener ciertas libertades que desde nuestro punto de vista occidental nos parecerían, como mínimo, libertades habituales, derechos normales, cotidianos, pero que para ellos han sido simplemente sueños por cumplir durante muchos años.

Estos cambios van a invitar a que poco a poco el turista se atreva a conocer esas zonas de Myanmar que han estado cerradas al exterior y que, en muchos casos lo siguen estando si no se trabaja de la manera adecuada. Pero, por otro lado van a dotar a las rutas de viaje diseñadas de manera diferente por Myanmar, de un atractivo y pureza difícilmente igualable en el resto del continente.

Durante nuestra última visita a finales del 2011 hemos notado y vivido estos cambios y a pesar de que nos hemos movido por zonas remotas con poca influencia exterior, que los trámites siguen siendo complicados, que los transportes hacia esas zonas suelen ser deficientes y dificiles, son a día de hoy un poco menos complicados.

Lo que una ruta de viaje bien diseñada por Myanmar puede aportar al viajero actual es precisamente esa frescura que es difícil de encontrar en otras partes. Con la combinación adecuada de carga cultural, lugares sagrados y las zonas étnicas que se han mantenido aisladas durante años, el viaje no va a tener nada que envidiar a otras zonas geográficas ya sean de la misma Asia, América y África.

Vaya por delante que ese componente étnico que nos pueden ofrecer algunas zonas del país no están, por supuesto, de la misma forma que la encontraron los Ava, los Mon o los Pegu en el siglo III AC, pero, no es menos cierto que la zona fronteriza con Bangladesh y sobretodo el triángulo situado en las fronteras con China y Thailandia, mantiene una diversidad étnica comparable a zonas de África o de Sur-América.

Sin querer renunciar en este artículo a comentar las maravillas y regalos para nuestra vista que pueden suponer las visitas a lugares como Mandalay, Ava, Mt Popa, Pindaya, la Roca Dorada o de manera muy especial la mágica Bagan, increible escenario de mezcla de cultura, religión, arquitectura y naturaleza, comparable a lugares como Angkor, Tikal, Pirámides Egipcias o el mismo Taj Mahal, lo que queremos transmitiros en esta ocasión es la cara más humana de Myanmar.

Esto se refleja y se vive de manera muy intensa en las zonas montañosas que rodean el país.

Los últimos estudios antropológicos hablan de más de cien grupos y subgrupos étnicos que conviven con toda naturalidad en la actual Myanmar. De manera oficial, a día de hoy, se reconocen 67 grupos étnicos en el país, y como suele ser habitual en estos casos, se han clasificado en siete grupos étnico-linguísticos: karen, shan, mon, chins, kachins, rakhines y kayahs.

Uno de los lugares con más diversidad étnica y uno de los más recomendables para visitar es la zona fronteriza con China y Thailandia. En una estancia de unos 4 días, pidiendo los permisos correctos y necesarios para estar en esta zona, sacrificando un poco el comfort del viaje y estando dispuestos a caminar para llegar a los diferentes poblados, es fácil conocer a más de 9 grupos étnicos, entre ellos los impactantes Akha, Ann, Palaung, Loi y Akhe.

Para llegar hasta estos poblados hay que desplazarse en vehículos todo terreno (según la temporada de lluvias) y desde la base de las montañas donde ellos viven, ascender a pie (la única vía de llegar hasta ellos) en trekkings de diferentes duraciones y dificultades.

Cuando estas en esta zona de Myanmar te das cuenta de cómo de apartados han vivido estas gentes del mundo que conocemos, los trámites burocráticos son el primer síntoma de ello, pero los lugares donde viven, su modo de subsistencia, su manera de vestir, sus idiomas, sus dialectos, los paisajes, su gastronomía, todo, absolutamente todo es real, es su vida diaria no hay interferencias de ningún tipo.

Los actuales grupos étnicos que viven hoy en el país son el resultado de miles de años de historia, de la historia de los primeros habitantes del siglo IX AC y de la historia que han ido transmitiendo los que llegaron de lugares tan lejanos como la cordillera del Himalaya, India, Bangladesh, Laos, Thailandia, la antigua Yunnan, China, Mongolia, etc.

Toda esta historia se ha ido mezclando con las diferentes influencias culturales y de religión que acompañaron a estos habitantes llegados de Tierras Lejanas. Religiones tan diferentes como podian practicar los poblados de origen animista, convertidos con el tiempo al catolicismo y diferentes religiones evangélicas asi como, los seguidores del Islam. Pero si hay una religión y movimiento cultural que llegó con fuerza y se quedo para siempre en Myanmar esta es, sin duda alguna el Budismo, en varias de sus versiones pero en la Teravada como práctica más extendida y utilizada.

Dificilmente por no decir prácticamente imposible, encontraremos un lugar con tanta admiración por Buda, las ofrendas, los cánticos, los templos, las cuevas, las imagenes y cientos de miles de Pagodas repartidas por todo el país hacen de este lugar un lugar único y de imperdonable visita.

Tampoco queríamos terminar nuestro artículo sin comentar uno de los lugares con más magia de Asia, el lago Inle. Enclavado en el corazón del país este lago es el hogar de subgrupos, mayoritariamente Shan y, el lago esta rodeado de cientos de pequeños poblados en el que prácticamente a diario se pueden encontrar mercados locales. Una visita de 3 días a la zona del lago nos hara vivir experiencias inolvidables, conocer esos mercados, navegar por los pueblos flotantes, ver la vida de los pescadores, recorrer los bosques de bambú o realizar algún trekking hasta las aldeas de las montañas que rodean el lago son algunas de nuestras recomendaciones.

Una vez, el escritor Aldous Huxley escribió sobre el lago Atitlan, que era el lago más hermoso del planeta. Los que hemos tenido la suerte de ver ese lago estamos de acuerdo en su afirmación aunque, una vez has estado en el lago Inle, te surgen algunas dudas al respecto.


Un artículo de Jordi Garcia

Viajes de prospección: Myanmar 2011

Fotografías: Jordi Garcia

www.terresllunyanes.com/asia




Si quieres información sobre nustras rutas por Myanmar 2012 contacta con jordi@terresllunyanes.com



viernes, 27 de enero de 2012

VIAJES SOLIDARIOS

En los últimos años ha crecido el numero de agencias de viaje que han dedicado parte de su programación a los llamados “Viajes o Turismo Solidario”. No es nuestra idea y nada más lejos de nuestra intención poner en duda esta línea de actuaciones por parte de estas agencias de viaje o de las personas que hacen uso de ello. Es muy respetable esta manera de actuar; la palabra solidaridad ya conlleva consigo una carga de honestidad y de buena intención que no puede ser criticable. Pero no es menos cierto, desde nuestro punto de vista, que esta Solidaridad debería ser gestionada por organizaciones que se dedican de manera exclusiva y con todo su esfuerzo a gestionar todos los recursos que sean posibles.


No en vano, son las que están mejor preparadas, su personal tiene la mejor formación y trabajan en directo allí donde es más necesario y urgente.

Creemos que es la mejor manera de colaborar y de ser solidario, con el resto del planeta, ya sean persones cercanas, pueblos que viven en Tierras Lejanas, ayudas al medio ambiente, etc.

Desde TERRES LLUNYANES hemos apostado por esta linea de actuación, dedicando parte de nuestros esfuerzos, dando promoción y publicidad y animando a todos nuestros viajeros a que esta solidaridad vaya enfocada a estas organizaciones, para que ellas, que son las que están mejor preparadas, puedan gestionarlo de la manera que creemos es más útil, directa y rápida.

Sin duda es la mejor manera de ser un viajero o turista solidario, sin duda es el “Turismo Solidario” más efectivo y el caso más claro a día de hoy es la colaboración que mantenemos con SURVIVAL INTERNATIONAL.

SURVIVAL lleva años ayudando a los pueblos indígenas de todo el planeta a defender sus vidas, tierras y derechos humanos. Trabajan para cambiar las actitudes racistas y las falsas creencias que existen sobre los pueblos indígenas.

La labor de Survival es vital para que los derechos de los pueblos indígenas, aquellos que nos enseñan que existen otras formas de vida que son viables y sostenibles, sean respetados y puedan seguir viviendo como ellos decidan, donde siempre lo han hecho.

Esta es la filosofía que Terres Llunyanes / Tierras Lejanas intenta transmitir desde nuestros inicios a aquellos que viajan con nosotros, a nuestro personal, a nuestros guías, para que la experiencia del viaje esté presidida por el máximo respeto a todas aquellas personas y culturas distintas con las que tengamos oportunidad de entablar relación.

Por nuestra parte ya hace tiempo que todo esto nos lo aplicamos a nosotros mismos, todo el personal de TERRES LLUNYANES colabora de una manera u otra con diferentes asociaciones y ahora os queremos animar a que nos acompañéis conjuntamente con Survival, en este nuevo “Viaje Solidario”.

Si quieres más información sobre SURVIVAL o bien te gustaría hacerte socio puede consultar su web www.survival.es



jueves, 19 de enero de 2012

VENEZUELA, PARAÍSO EN LA TIERRA

Desde hace mucho tiempo el equipo de Tierras Lejanas tenía muchas ganas de viajar por Venezuela. Sabíamos que era un gran país por descubrir, desconocido por muchos viajeros y con muchas alternativas que ofrecer. Durante el pasado mes de Diciembre cumplimos nuestro sueño y nos adentramos en estas fascinantes tierras, navegando por sus ríos, andando por la selva y los Tepuys, y sobrevolando con pequeñas avionetas su territorio para gozar de un impresionante espectáculo natural y convivir con sus gentes.



En este viaje también queríamos lograr un pequeño gran reto que ya ha dejado de ser un sueño para nosotros: Cruzar el Tepuy del Auyantepuy hasta llegar a la parte superior de la cascada más alta del mundo el Salto del Ángel (979 metros) para poder bajar en rappel su pared. ¡¡Toda una aventura para los amantes de la montaña!!

Venezuela ha superado todas nuestras expectativas, paraíso natural, tropical, predominantemente selvático y lleno de contrastes. Un país de agua. El río Orinoco y sus afluentes cruzan sus tierras de oeste a este y de sur a norte formando parte de la vida cotidiana del hombre desde tiempos ancestrales. En las altas montañas Andinas del este y en la zona de la Gran Sabana en el sud, nacen distintos cursos de agua que se abren paso con innumerables saltos, cascadas, barrancos, pozas de agua y rápidos hacia las llanuras medias de las zonas de los Llanos y de los grandes embalses de agua. A partir de aquí el río se hace navegable hasta su desembocadura en la zona del delta del Orinoco. Aunque las principales ciudades del país están bien comunicadas por carreteras y aviones, una gran parte del territorio es completamente virgen y salvaje, donde sólo se puede llegar mediante vuelos en avioneta y en transporte fluvial a través de los ríos. Su costa está bañada por el Océano Atlántico y el mar Caribe donde se puede gozar del encanto de las playas de arena blanca y aguas cristalinas, tanto en las islas paradisíacas de Los Roques e Isla Margarita como en las playas situadas al este del país. Descansar y bañarse en estas aguas azul turquesa, rodeados de miles de especies de peces y corales de colores es un paraíso para los amantes del mar.



La zona andina de Mérida presenta un aspecto agreste. Las montañas más altas tienen un mágico encanto tenebroso, mezcla de nieve, hielo y el color oscuro de su roquedo. El pueblo más popular Los Nevados (2.750 metros), donde reina la paz hasta la llegada de los visitantes que quieren subir al teleférico más alto del mundo (Loma Redonda 4.075 metros) y así acceder más fácilmente a sus picos.



En las tierras del Delta del Orinoco y de los Llanos (extensas sabanas de paisaje infinito) la inmensa diversidad de flora y fauna te dejan cautivado. Infinidad de aves tropicales salen volando al advertir la presencia de las personas que se les acercan. Caimanes, pirañas, tortugas y anacondas pueblan sus aguas. Un auténtico paraíso para los amantes de la naturaleza y de la fotografía. Los Llaneros y los Waraos habitantes de estas zonas desde tiempos ancestrales fueron los primeros en ver a los colonizadores, existiendo un amplio cruce de razas y culturas de las distintas migraciones que han poblado la zona. De aquí partían les expediciones en busca del Dorado. La hospitalidad y amabilidad son aspectos característicos de los habitantes de Venezuela que siempre reciben a quien los visita con una sonrisa en los labios.

Un país con una pequeña puerta de entrada a algunos de sus pueblos indígenas ancestrales. Aún podemos encontrar comunidades remotas como los Yanomamis, con muy poco contacto con la sociedad criolla ya que es una aventura poder llegar, sin carreteras, sólo se llega en avioneta y varios días de navegación en barca por el río. Aún existen unos 28 grupos étnicos originarios que mantienen su propia cultura. La mayoría de ellos mantienen una cierta convivencia con la población criolla, y conservan su identidad étnica, su lengua y sus costumbres. Se pueden diferenciar por sus idiomas originales. Entre ellos destacan los Arawak, Caribe (Pemones, Arekuna, kamarakoto,Taurepang), Yanomama (Yanomamis), Guajibo, Waraos, Chibcha (Bari), Yaruro, Piaroa... Un listado interminable que agrupa un pequeño porcentaje de la población total del país.



Con añoranza recordamos los paisajes mágicos de los Tepuys sobresaliendo por encima de los extensos bosques, selvas tropicales y zonas de sabana. Recordamos cada uno de los infinitos rincones y paisajes que nos ofrece la naturaleza en la zona del Parque Nacional Canaima, uno de los lugares únicos en el mundo, donde reina el silencio y se respira tranquilidad. Las paredes rocosas de las montañas se tiñen de colores ocres durante la salida y puesta del sol, un auténtico placer para los sentidos. Los Tepuys (que en lengua indígena Pemona significa montaña) son reliquias de hace millones de años, completamente planas y rodeadas de altísimas y abruptas paredes que llegan a los 1000 metros de altura. Dada la gran pluviometría y la pendiente natural, los ríos se abren paso hacia las zonas bajas en un sinfín de cascadas y rápidos increíbles de navegar en Curiara. Saltos de agua inacabables nos permiten un pequeño refresco en las pozas que se han ido formando con el paso del tiempo, algunas de ellas en lugares de muy difícil acceso, rodeadas de los árboles de la selva y de los ruidos de los animales que la pueblan. En el sur, la inmensa meseta de la Gran Sabana, cruzada por la carretera de Puerto Ordaz a Santa Elena de Uairen, nos permite acceder a infinidad de Tepuys (Roraima, Kukenan,...) y cascadas (Aponwao, Kama, Quebrada Jaspe, Quebrada Pacheco, Poza Esmeralda...).



Todos los viajeros vamos en busca de vivir aventuras en nuestros viajes. En este viaje la aventura ya estaba previamente fijada: queremos cruzar andando el Auyantepuy (“Montaña del Diablo” por la etnia Arekuna) y posteriormente bajar rappelando durante dos días por el lado de la cascada del Salto del Ángel. Todo un reto para nosotros. En total diez días de esfuerzo y emociones que empiezan en el pequeño aeropuerto de Ciudad Bolívar subidos en una avioneta que nos lleva hasta Uruyen, en el corazón del parque Nacional de Canaima. Volamos en dirección al sur, cruzando la zona de grandes embalses del río Caroní y una de las zonas mineras de Venezuela. Un poco después divisamos los primeros Tepuys, sobresaliendo sus superficies irregulares por sobre de la selva, entre las nubes y la niebla. Por primera vez vemos el Auyantepuy, un tepuy con una extensión de 700 km2, donde sólo se accede andando o en helicoptero. De pronto la niebla se desvanece y frente a nosotros se nos brinda la oportunidad de ver y vivir la verdadera dimensión y vértigo del inacabable “Salto del Ángel”. Aterrizamos en el pequeño pueblo-campamento de Uruyen donde dormiremos y será el punto de partida de nuestra aventura. Realizamos pequeñas excursiones a barrancos y cascadas cercanas y empezamos a comprender la verdadera dimensión de lo que nos espera los próximos días: desniveles, agua, barro, lluvia, troncos caídos, raíces y calor.

Al fin comenzamos el trekking. Los primeros dos días son básicamente de subida, salvamos casi 1800 metres de desnivel. Pasamos todo tipo de terrenos: las zonas de Sabana donde no existe ni una sola sombra para protegernos del sol; los primeros ríos donde nos descalzamos para evitar mojarnos las botas, aunque ¡poco tiempo durarán secas!; por dentro de los bosques y la selva tropical donde saltamos por encima de las raíces que nos ayudaran a agarrarnos para subir las zonas de más desnivel; la elevada humedad y calor dentro de la selva provoca que sudemos abundantemente a cada paso; en las zonas rocosas tenemos que escalar, en algunos pasos subimos agarrándonos a cuerdas fijas. Finalmente llegamos Cerro Libertador (2510 metros), el punto más alto del Tepuy. A partir de aquí sólo nos quedan unos 60 km, para cruzar andando el tepuy y llegar al Salto del Ángel. ¿Quién dijo que estas montañas eran llanas? Durante varios días no paramos de subir pequeñas lomas para después bajar a angostos barrancos para más tarde volver a subir otra loma, y ciertamente estas son las zonas más agradecidas, porque las zonas llanas son terribles, ya que están llenas de barrizales. Llega un momento que al mirar a los pies uno no sabe discernir de qué color son las botas, calcetines o pantalones. Cada día acabamos la jornada llenos de barro, cada paso en estos barrizales es un suplicio, donde el calor y el peso del barro que arrastramos en las botas provocan que cualquier esfuerzo quede pequeño.



Por suerte cada día tenemos grandes recompensas, ya que cada rincón del Auyantepuy tiene un encanto especial. Tenemos el sentimiento que será en el siguiente paso el que nos hará descubrir un nuevo rincón increíble que nunca habíamos pensado encontrar aquí arriba. Estamos encantados con las tempestades de media tarde ya que nos refrescan, no hace falta ponerse el impermeable, ya que es más agradable la sensación de la lluvia cayendo por encima nuestro cuerpo. Todos los campamentos tienen ríos o puntos de agua cercanos que nos permiten cada día gozar de un buen chapuzón. Además tenemos una sorpresa inesperada cada noche durante la cena, ya que cualquier comida es un plato exquisito, una sopa, un plato de pasta o de arroz es una verdadera delicatesen en estas condiciones. Finalmente sabemos que cada día que pasa estamos más cerca de nuestro objetivo el campamento Salto Ángel.


La sensación más impresionante es cuando te separas unos metros del camino, ya que tienes la certeza que probablemente ninguna otra persona haya pisado nunca ese suelo que tú estás pisando en ese momento.

Finalmente al cabo de seis días llegamos al río Kerepacupai, estamos a menos de 500 metros del Salto del Ángel. En la zona del campamento el río se embarranca, y empieza a perder altura. Antes de acampar decidimos acercarnos al lugar donde se inicia el descenso en rappel. A medida que nos aproximamos empezamos a escuchar un ruido de fondo que poco a poco se convierte en un estruendo abrumador. Sacamos la cabeza por la parte alta de la pared del Salto del Ángel, que espectáculo! Una pared de casi 1000 metros se abre debajo nuestro, vemos los árboles de la parte baja muy, muy pequeños. A nuestro lado el río Kerepacupai se precipita hacia abajo, ¡qué pasada!, en la parte alta la cascada tiene cierta continuidad, pero a medida que va cayendo la cascada se convierte en una lluvia fina que cae hasta el pie de la pared.

A la mañana siguiente nos despertamos bien temprano, ha llegado el momento decisivo, ¿cómo responderá nuestro cuerpo y cabeza al estar colgados de una cuerda con 1000 metros de vacio debajo nuestro?, no sabremos la respuesta hasta el momento en que nos encontremos suspendidos encima la selva, pero una idea se repite dentro nuestro, tenemos la certeza que deshacer el camino andado para llegar hasta aquí sería mucho peor. Los primeros rappeles son impresionantes, qué pequeños que somos en esta inmensa pared, qué lejos está la selva, lo único que podemos hacer es confiar en el material y bajar, un rappel tras otro. Alzamos la vista y cada vez vemos más lejos la cima del tepuy, miramos hacia abajo y la selva cada vez está más cercana. La noche en medio de la pared es indescriptible, hemos tenido la suerte de estar en noche de luna llena, dormimos en una gran cueva, con la cascada iluminada por la luna y su sonido de fondo, toda una fiesta de la naturaleza. No nos molestan ni las cucarachas que pasean por encima de nuestros sacos de dormir. Estamos en el lugar donde queríamos estar, en medio de la pared con la cascada más alta del mundo, en una noche de luna llena, durmiendo encima de una piedra en el mejor hotel que alguien haya podido imaginar.

Finalmente nos despertamos de nuestro sueño. Los últimos rappeles del segundo día nos han hecho alcanzar la selva y guardamos el material utilizado en la pared, seguimos bajando ahora andando hasta el lecho del río. Un último baño en el agua que cae del Salto y tomamos el camino de regreso que nos lleva hasta isla Ratón, el punto clásico de acceso a la cascada. Al acercarnos al campamento, acabamos de despertarnos, volvemos a estar en medio de la civilización, los gritos de la gente, el ruido de las curiaras y de los generadores que alimentan de electricidad las diferentes estancias...

Miramos atrás y recordamos cada minuto de este trekking, cada lugar y cada momento vivido en los campamentos, bosques, selva, los ríos. Miramos hacia la cascada y volvemos a sentir que en este mundo somos muy pequeños.


Un recuerdo muy especial para los compañeros que nos han hecho gozar de este viaje: Henry, Gustavo, Rómulo, Palmera, Frank, José Antonio i María, Ramón i Carlos, y a todas aquellas otras personas con las que hemos coincidido y hemos pasado muy buenos momentos.





Un artículo de: Anna Romogosa
Viaje de inspección: Venezuela
www.teresllunyanes.com